Tocan las campanas,
de un templo olvidado,
arrastran consigo miles rostros cansados,
donde muerte de cuerpo existe;
se escucha el lamento de una alma triste
ultrajada su sonrisa,
tocando su rostro
un aire atormentado
del un silencio robado,
una caricia maldita
quienes no vieron esa mueca!!
de esos días violentada
esa mascara que destapa su destino
de servir y morir en su camino…
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